lunes, 19 de diciembre de 2011

CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS

Por Juan José Durán Valsero   y  José Alfonso Accino Domínguez 
           
            La Cordillera Ibérica se extiende formando el borde costero del Sur de la Península Ibérica, a lo lardo de más de 500 kilómetros. La génesis de este conjunto de alineaciones montañosas se sitúa en la Orogenia Alpina, hallándose constituido por series de mantos de corrimiento sucesivos que permiten su  división en varias zonas de características geológicas diversas.
            El núcleo principal está constituido por el macizo de Sierra Nevada, donde afloran materiales metamórficos del Complejo Nevado.Filábride, con predominancia de micasquistos, y cuarcitas, anfibolitas, gneises y mármoles en menor proporción. Presenta las cotas más elevadas del sistema y también de la península (Mulhacén, 3416 mts.).
            El Complejo Maláguide (o Bético de Málaga en algunos autores) posee menor extensión, estando representado principalmente a ambos lados de dicha ciudad, aunque aparece en unidades de menor tamaño en otros lugares de la Cordillera.
            En posición estructural intermedia, se sitúan varios grupos de mantos, denominados Alpujárrides, y representados esencialmente por micasquistos grafitosos, cuarcitas, filitas y mármoles, con diferentes grados de metamorfismo.
            Estos tres complejos conforman, en rasgos generales, las zonas Internas de la cordillera, diferenciándose al norte de ellas, las zonas externas, constituidas básicamente por materiales sedimentarios marinos de edades comprendidas entre el Trías y el Mioceno, las zonas externas se subdividen a su vez en Subbético y Prebético; este último presenta poco desplazamiento tectónico y contacta ya con la meseta; límite norte de la Cordillera.
            La Serranía de Ronda es un conjunto orográfico localizado en el tercio occidental de la Cordillera. Se extiende desde el Mediterráneo hasta casi el borde Sur de la Depresión del Guadalquivir, abarcando así una zona de unos 70 kms. De largo por 50 de ancho. En su mayor parte se incluye dentro de la provincia de Málaga, siguiendo un eje NE-SW.
            Geológicamente, presenta materiales de varios dominios estructurales y paleogeográficos de la Cordillera; los que afloran al Sur pertenecen a las Zonas Internas. Extensamente representada, una intrusión peridotítica ocupa gran parte de la Serranía; en posición central, aparecen unas unidades (de la “Dorsal”) en el contacto de las Zonas Internas con las Externas, como la Unidad de las Nieves – en la Sierra homóloga., la de Enamorados, etc... Hacia el N y NW afloran materiales tanto de los flyschs del Campo de Gibraltar como subbéticos.
            El Conjunto Sierra de las Nieves-Tolox engloba las máximas alturas de la Serranía de Ronda, por lo que desde un punto de vista orográfico puede ser considerado como el núcleo de la Serranía,. La Sierra de las Nieves forma un arco NE-SW  cuyas alturas sobrepasan ampliamente los 1700mts.  Y en la que se encuentra el Cerro Alto (1783 mts.) y el Peñón de los Enamorados (1775 mts.). A partir de este eje, el nivel cae bruscamente hacia el NW, mientras que por el SE. forma un altiplano que en su extremo sur presenta el Pico de la Torrecilla (1919 mts.). Dicha cota es la más elevada de la sierra y también del conjunto de la Serranía, prolongándose ligeramente dicho pico hacia el E. para caer abruptamente sobre la Cañada de las Carnicerías y más al NE. Al río de los Horcajos.
            El conjunto Nieves-Tolox enlaza con suavidad por el N. Con otros macizos hasta llegar al río de Burgo. Por el NW. Se sitúa la depresión  conocida como Llanos de las Navas, y por último hacia el E. desciende rápidamente en dirección a la Hoya de Málaga, formando el citado río de los Horcajos y el río Grande los principales tajos de encajonamiento en dichas laderas.
            El Mapa Hidrogeológico Nacional  (Madrid, 1992) encuadra la zona que nos ocupa en la categoría de “calizas y dolomías muy fisuradas o karstificadas, en ocasiones con porosidad primaria, dando lugar a acuíferos de elevada transmisividad”. El  carácter exokárstico de la zona, con abundantes depresiones cerradas (dolinas) ha merecido la denominación de Hoyos del Pilar. A pesar de constituir las dolomías el material dominante, las dolinas se sitúan, con frecuencia, en afloramientos de calizas claras en bancos de 1 a 2 mts. De potencia. Morfológicamente son dolinas en cubeta, con fondos ligeramente abombados y recubiertos por materiales finos (limos y arenas) juntos a otros de fracción mayor (ruditas)
En ocasiones se ha afirmado que el orígen de dichas dolinas podría hallarse en el hundimiento subsiguiente a la erosión subterránea; sin embargo, el carácter de cavidad de hundimiento es considerado aplicable aquí solamente a ciertas torcas, como la Torca del Pilar, también en los Hoyos del Pilar.
La situación de las dolinas hace pensar más bien en un proceso topoclimático, correspondiendo las depresiones a lugares preferentes de fracturas –diaclasas o fallas- , unido a un proceso de disolución.
El diseño complejo, a veces de sus contornos y la extensión relativamente grande, se debe a la coalescencia y posiblemente, a la continuidad de las fracturas originarias.
 El clima de la zona, con fuertes contrastes estacionales, y la influencia anterior del periglacionismo (corroborado por la existencia de suelos de disgregación mecánica, con heterometrías marcadas y fenómenos en solifluxión –típicos periglaciares-, por encima de los 1600 metros)  deben haber influido fuertemente en la génesis de las dolinas, acomulándose actualmente en ellas las precipitaciones en forma líquida o de nieve.
Los lapiaces son poco destacables en las zonas dolomíticas; tan sólo cubren mayor superficie en el afloramiento calizo de Sima G.E.S.M., donde mejor se aprecia la solubilidad de la roca, dando lugar a un lapiaz de arroyada formado por canales y reguerillos de disolución, que alternan con perforaciones cilindróidas.
La clasificación tipológica del karst de los Hoyos del Pilar es compleja, ya que si por la altura del macizo (alrededor de 1700 metros) puede ser considerado como el karst subalpino, algunos lapiaces semifosilizados por crioclasos presentan caracteres del karst mediterráneo, aunque no sean dominantes. El carácter de “trampa” o “pozo” de nieve propio de las cavidades de los karsts alpinos donde los sucesivos aportes de gravas son atacados por la disolución, es mucho menos frecuente en la actualidad que en el pasado, cuando la actividad periglaciar fue abundante.
Quizás sea precisamente ese carácter heredado, uno de los elementos definitorios del karst mediterráneo, en el que a los caracteres alpinos o subalpinos (en todo caso periglaciares), hay que añadir la morfología debida a la actual escasez de cubierta vegetal y edáfica que facilita la erosión de las formas anteriores. Parece, pues, adecuado adoptar en este caso la clasificación de karst Mediterráneo Supraforestal en el sentido de García-Rossel y Pezzi (1975).
En cuanto al clima, actualmente se carecen de datos directos referidos al entorno de los Hoyos del Pilar. El Estudio más reciente (Cerezuela, 1977) de los microclimas de la Vertiente Mediterránea del sur de España permite sin embargo obtener algunas conclusiones acerca de los caracteres climáticos generales de la zona. Los observatorios cuyos datos han sido analizados en dicho estudio se sitúan –en el área que nos interesa- de manera periférica al conjunto Sierra de las Nieves-Tolox. Son las estaciones metereológicas de Tolox “Pecho de Venus”, El Burgo, y Júzcar “Acequía de Júzcar”; dos de ellos (Júzcar situado a 623 m.s.m., con 17,2º C. de media anual y 1143 mm. De precipitación media anual y Tolox, 620 m.s.m., con 15,1º C. Y 1001 mm.) aparecen clasificados por su eficacia térmica en la categoría B´3 o mesotérmico III, mientras que difieren ligeramente en cuanto al grado de humedad: mayor en Júzcar (B2), menor en Tolox (B1). En cambio, los datos del observatorio de El Burgo muestran una menor humedad (C2, subhúmedo) y una menor eficacia térmica (B´2). Dichas diferencias se explican fácilmente si tenemos en cuenta la situación de dicha estación, la más inferior de las consideradas.
El conjunto de estos datos muestra su interés si tenemos en cuenta que en el mapa climático general de la zona, el área Sierra de la Nieves-Tolox presenta un carácter intermedio entre las categorías mencionadas: Grado de humedad C2 o subhúmedo y eficacia térmica B´3 o mesotérmico III. Con todo es difícil la perfecta asignación climática dadas las correcciones altimétricas necesarias y la escasez de datos.
A pesar del carácter negativo de los balances hídricos de verano y otoño, los superavits de invierno y primavera otorgan al conjunto un balance hídrico anual de alrededor de los 400 mm.
Desde el pinto de vista estrictamente climático, el tipo de vegetación dominante debería ser la correspondiente al piso mediterráneo templado, ocupando el nivel de bosque de altitudes medias dentro de las comunidades perennifolias. Sin embargo, la escasez de suelos impide el desarrollo de la especie climática potencial de la región mediterránea, la encina (Quercus Ilex). En la parte alta del macizo la vegetación es poco abundante y aún la existente puede considerarse como regresiva y degradada por los rebaños que pastan allí durante el verano.
La comunidad climática general es sustituida por otras especies subclimáticas: quejigos (Quercus Alpestri) en el estrato arbóreo más elevado, y tejos (Taxus Baccata), escasísimos; así como algunos individuos de Juniperus (Enebros).
Sin embargo, los declives hacia el NW. de la Sierra de las Nieves están ocupados por un estrato arbóreo inferior: los pinsapos (Abis Pinsapo), el abeto más meridional de Europa y endémico de España. Es una especie relictiva de las glaciaciones del Cuarternario y en esta área se encuentran los únicos bosques naturales de la especie en el mundo, todos ellos dentro de la Serranía de Ronda.
En palabras de Agustín Bou y Tort (1974), el pinsapo “es una curiosidad botánica, ya que es pariente de los que se encuentran en las montañas del Atlas, al otro lado del Estrecho de Gibraltar, y pariente también de los que se encuentran en Rusia, en la zona de los Urales”. Para Ceballos y Viciosa (1931), las masas más importantes son las de la  vertientes Norte y Este de la Sierra de las Nieves, en suelos calizos rocosos.
El pinsapo se localiza preferentemente sobre los 1000 metros de altitud y su inclusión en el piso mediterráneo húmedo obliga a su orientación hacia el N y el NW. en vertientes umbrías.
En la Sierra de las Nieves hay varios pinsapares, que se extienden en forma de lenguas por las cañadas del Cuerno y de las Ánimas. No obstante, el carácter general es predominantemente regresivo, como lo prueba la coexistencia de dicha especie con otras de marcada inclinación xerófila.



·         BIBLIOGRAFÍA:
-          BOU Y TORT, A. Los pinsapos de la Serranía de Ronda. Málaga: Gráficas Urania,1976. (Publicaciones de la Caja de Ahorros de Ronda).
-          CEBALLOS, L. Y MARTÍN BOLAÑOS, N. El pinsapo y el abeto de Marruecos. Madrid: Serv. Forestal de Investigaciones y Experiencias, 1931. (Boletín nº 2)
-          CEREZUELA NAVARRO, F. Evapotranspiración y microclimas de la vertiente Mediterránea del Sur de España. Málaga: Universidad de Málaga, 1977. (Serie científica nº 1).
-          GARCÍA-ROSSEL, L. y  PEZZI, M.C.Un karst mediterráneo supraforestal en Sierra Mágina (Jaén). Condicionamientos geológicos y geomorfológicos. Granada: Universidad de Granada, 1975. (Cuaderno de Geografía nº1, pág. 18-57, 2 planos, 14 fig., 5 láminas)
             


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