lunes, 19 de diciembre de 2011

NOTAS TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN

           Por José Antonio Pérez Berrocal
                   José Ganfornina Moreno (Dibujos)
        Cada una de las campañas de exploración realizadas en la Sima G.E.S.M. ha supuesto para nuestra entidad como colectivo y para cada uno de sus componentes una auténtica superación, siendo esto quizás uno de los mayores alicientes que hemos encontrado al llevarlas a cabo. No es ninguna inmodestia el decir que hoy en día los miembros de nuestra entidad poseen un nivel técnico elevado y que un amplio sector de ellos está en óptimas condiciones de afrontar con éxito cualquier tipo de exploración y no es ninguna inmodestia, porque también debemos reconocer que hace sólo unos años nos encontrábamos en la prehistoria de la técnica.
            Haciendo un balance escueto de nuestra evolución podemos apreciar claramente su aspecto positivo. En 1973 nos planteábamos una exploración en una sima mayor de 100 m. con todos los requisitos necesarios de una expedición seria; se pensaba en la indispensable instalación de in campamento base con la consiguiente permanencia de varios días en la sierra. La concepción clásica de los equipos de apoyo, superficie y punta era algo que no se ponía en tela de juicio.
            Por otra parte, los materiales empleados eran los clásicos: en orden al equipo personal, esta situación no era menos favorable y aunque en estas fechas se exploraban cavidades con  frío y agua con los clásicos monos de tela, más que una exploración, se trataba pues de un suplicio.
            Un año después, habíamos logrado superar parte de estas deficiencias; ya se utilizaban monos de nylon y las prendas interiores se pensaba tenían un papel importante. De otra parte, los sistemas de iluminación fueron perfeccionados, sobre todo con la incorporación al equipo de las carbureras del tipo “Krakatoa”. A pesar de todo, no habíamos podido soltar ciertos lastres, con los incómodos campamentos interiores y los perennes equipos de superficie. En relación con la alimentación interior y teniendo en cuenta las anteriores consideraciones de campamentos subterráneos, ésta comportaba también ciertos problemas, sobre todo de peso y volumen.
            En el año 1975, poco habíamos evolucionado, dado que estabamos aferrados a nuestros sistemas como consecuencia de habernos conducido, pese a sus imperfecciones, a éxitos para nosotros un poco desorbitados-
            En la campaña de 1976 la situación fue incluso peor, al tener que contar de forma imprescindible con un gran contingente humano, lo que nos obligó a serias improvisaciones que dieron al traste con la exploración, sin poder alcanzar ni siquiera las cotas del año anterior.
            Por otro lado, la cavidad había demostrado tener unas proporciones fuera de lo normal, y por consiguiente nos exigía cada día más. Los principales problemas observados habían sido:
-          un material de exploración pesado y voluminoso;
-          la alimentación requería igualmente gran peso y volumen;
-          los campamentos interiores no eran todo lo confortables que se desearían y, por ende, exigían el traslado por la cavidad de enormes sacos de transporte para su instalación;
-          el equipo humano necesitado era cada vez mayor y, consecuentemente, más difícil de coordinar y hacerlos compatibles.
Con todas estas serias dificultades, nos planteamos la cuestión de estudiar otros sistemas de exploración que por referencias y pequeñas experiencias anteriores conocíamos. Otros equipos de España lo utilizaban y les daba muy buen resultado, al igual que a los grupos franceses e italianos, que habían sido los precursores de esta técnicas. Casi seis meses después y tras un duro esfuerzo, lográbamos que un gran número de los miembros de nuestro club dominasen estas técnicas, y de forma especial, todos los participantes en la campaña de septiembre de 1977.
            La técnica empleada a partir de esta campaña del 77 fue la denominada como “SOLO CUERDA”. Podemos definirla como la técnica que tiene como elemento único para la progresión, tanto ascendente como descendente o de travesía, la cuerda. Como consecuencia de esta imposición, los sistemas de progresión, seguridad, fijación, etc. Han evolucionado paralelamente hasta desarrollar un sistema completo y complejo (aunque no tanto como pudiera parecer), que se ha venido en denominar “TÉCNICA ALPINA”.
            El nombre se deriva de la palabra alpinismo, ya que en este sentido se ha evolucionado hacia los métodos de progresión empleados en escalada, y que como es de conocimiento popular, utiliza como elemento básico para todas sus operaciones la cuerda. Por otro lado, los equipos son reducidos, llegándose al concepto de  cordada. El máximo exponente para el empleo a fondo de toda esta técnica es una cavidad de agua, pasos delicados, etc. Y como todos sabemos, Sima G.E.S.M. cumple todos estos requisitos, aunque existan cavidades que la superen en dificultad.







           

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